Instituto Cristífero

“Para ser testimonio del Amor del Padre para y desde el mundo”

EL PAPA FRANCISCO: "¿Se meten política?" (P.O.Hesayne - 14 de Junio de 2015)

Vengo tratando en las últimas homlíasel tema del compromiso de los laicos  católicos, de modo particular en la evangelización de la POLÍTICA. Tema que  causa cierta irritación a algunos sectores de no cristianos e incluso en no pocos  católicos.  Les iré acercando en sucesivas Homilíasel Discurso del Papa Francisco que dirijió  a los Movimientos Populares ( 24 octubre 2014). Porque nadie podrá duda que es  la voz de la Iglesia en este Tema. Es la voz del Magisterio  del mismísimo Papa.  Espero algún eco al respecto en tema tan actual  para la Argentina y la Iglesia.

“Este encuentro de Movimientos Populares es un signo, es un gran signo: vinieron a poner en  presencia de Dios, de la Iglesia, de los pueblos, una realidad muchas veces silenciada. ¡Los  pobres no sólo padecen la injusticia sino que también luchan contra ella! No se contentan con promesas ilusorias, excusas o coartadas. Tampoco están esperando de  brazos cruzados la ayuda de ONGs, planes asistenciales o soluciones que nunca llegan o, si  llegan, llegan de tal manera que van en una dirección o de anestesiar o de domesticar. Esto es  medio peligroso. Ustedes sienten que los pobres ya no esperan y quieren ser protagonistas, se  organizan, estudian, trabajan, reclaman y, sobre todo, practican esa solidaridad tan especial  que existe entre los que sufren, entre los pobres, y que nuestra civilización parece haber  olvidado, o al menos tiene muchas ganas de olvidar. Solidaridad es una palabra que no cae bien siempre, yo diría que algunas veces la hemos  transformado en una mala palabra, no se puede decir; pero es una palabra mucho más que  algunos actos de generosidad esporádicos. Es pensar y actuar en términos de comunidad, de  prioridad de vida de todos sobre la apropiación de los bienes por parte de algunos. También es  luchar contra las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad, la falta de trabajo, la tierra  y la vivienda, la negación de los derechos sociales y laborales. Es enfrentar los destructores  efectos del Imperio del dinero: los desplazamientos forzados, las emigraciones dolorosas, la  trata de personas, la droga, la guerra, la violencia y todas esas realidades que muchos de  ustedes sufren y que todos estamos llamados a transformar. La solidaridad, entendida, en su  sentido más hondo, es un modo de hacer historia y eso es lo que hacen los movimientos  populares.

Este encuentro nuestro no responde a una ideología. Ustedes no trabajan con ideas, trabajan  con realidades como las que mencioné y muchas otras que me han contado… tienen los pies en  el barro y las manos en la carne. ¡Tienen olor a barrio, a pueblo, a lucha! Queremos que se  escuche su voz que, en general, se escucha poco. Tal vez porque molesta, tal vez porque su  grito incomoda, tal vez porque se tiene miedo al cambio que ustedes reclaman, pero sin su  presencia, sin ir realmente a las periferias, las buenas propuestas y proyectos que a menudo  escuchamos en las conferencias internacionales se quedan en el reino de la idea, es mi  proyecto.

No se puede abordar el escándalo de la pobreza promoviendo estrategias de contención que  únicamente tranquilicen y conviertan a los pobres en seres domesticados e inofensivos. Qué  triste ver cuando detrás de supuestas obras altruistas, se reduce al otro a la pasividad, se lo  niega o peor, se esconden negocios y ambiciones personales: Jesús les diría hipócritas. Qué  lindo es en cambio cuando vemos en movimiento a Pueblos, sobre todo, a sus miembros más  pobres y a los jóvenes. Entonces sí se siente el viento de promesa que aviva la ilusión de un  mundo mejor. Que ese viento se transforme en vendaval de esperanza. Ese es mi deseo”